La historia de los sistemas de control de acceso

 

 Camilla Ashdown, 04. 05. 2023 | 5 min de lectura

Hoy en día, el futuro del control de acceso es un tema candente en el sector, pero ¡su historia es también muy interesante! Prepárese un café y póngase cómodo porque hoy vamos a explorar en profundidad cómo han evolucionado los sistemas de control de acceso a lo largo de milenios para convertirse en los conocemos en la actualidad…

sistema de control de acceso

 

¿Qué es el control de acceso?

En pocas palabras, controlar el acceso a algo. No tienen que ser solo en edificios: el control de acceso existe en muchos ámbitos (por ejemplo, control de datos, control de fronteras, etc.)

No obstante, los sistemas de control de acceso, han sido un tema de gran relevancia a lo largo de la historia, desde los primeros asentamientos humanos hasta las tumbas del Antiguo Egipto y, en última instancia, los modernos rascacielos que hacen uso de la tecnología más vanguardista. La necesidad de proteger a las personas y sus propiedades ha llevado al desarrollo de diferentes tecnologías extraordinarias a lo largo de los años: ¡aunque, al parecer, tuvo un comienzo algo abstracto!

De hecho, la forma más temprana —y simple— de control de acceso a menudo se considera como una intervención humana: por ejemplo, el uso de personas que actúan como guardias para proteger edificios u otras áreas del acceso no autorizado. Sin embargo, a medida que los asentamientos fueron creciendo, se hizo evidente la necesidad de establecer sistemas de control de acceso más sofisticados.

Las primeras tecnologías: surge la necesidad de cerraduras

Se cree que el primer juego de cerradura y llave conocido se inventó hace más de 6000 años. Un ejemplo se descubrió en las ruinas de Nínive, la capital de la antigua Asiria, alrededor del año 600 a. C.

Este era un dispositivo simple a menudo denominado "cerradura de tambor de pines". Consistía en un poste de madera fijado a la puerta y un cerrojo que se deslizaba hasta ser introducido en el poste. Para abrirlo se necesitaba una llave grande de madera con puntas (que coincidían con las aberturas interiores). De esta manera se levantaban una serie de pines móviles que se colocaban en una posición que permitiera que el cerrojo de madera se abriese. Cuando se quitaba la llave, los pines caían de nuevo en el cerrojo, evitando así que se abriera.

Suena familiar, ¿verdad? El mecanismo es de hecho realmente similar al mecanismo utilizado en muchas cerraduras y llaves actuales, como por ejemplo el euro cilindro.

Esta tecnología fue desarrollada por los griegos y los romanos. De hecho, ¡algunas de las cerraduras utilizadas en la antigua Roma eran tan complejas que solo los cerrajeros que habían recibido un entrenamiento especial eran capaces de abrirlas! Curiosamente, tener algo tan precioso que necesitara cerrarse, con lo que habría sido —para el período— una tecnología extremadamente avanzada o costosa, era relativamente raro, por lo que las cerraduras y las llaves eran menos necesarias de lo que son hoy, y serían más un símbolo de estatus social.

Los antiguos egipcios, griegos y romanos fabricaban sus mecanismos a partir de metal y otros materiales más duraderos. En la antigua Grecia, las cerraduras y las llaves estaban hechas de bronce o hierro y a menudo estaban decoradas con complejos patrones. Las cerraduras, por lo general, tenían forma cilíndrica y, al igual que la cerradura de tambor de pines, tenían una serie de pines que solo la llave adecuada podía alinear para desbloquea el dispositivo. Las llaves, a menudo, eran largas y delgadas y tenían unos dientes que correspondían a los pines de la cerradura.

En la antigua Roma, las cerraduras y las llaves también estaban hechas de bronce o hierro y poseían similitudes con los diseños griegos. Sin embargo, los romanos también desarrollaron un tipo de cerradura llamada "cerradura protegida", que se componía de una serie de obstrucciones (protecciones) que impedían que la llave girara a menos que tuviera la forma correcta. Las cerraduras protegidas gozaron de gran popularidad durante muchos siglos y todavía se usan en algunos candados modernos.

La Edad Media y posterior

Durante la Edad Media, las cerraduras y las llaves tuvieron un período de expansión. Estas cerraduras a menudo las fabricaban herreros y tenían un diseño relativamente simple, que consistía básicamente en un cerrojo y una llave.

Curiosamente, en aquel entonces, las cerraduras y las llaves no se usaban para asegurar edificios (que generalmente estaban asegurados por pesadas puertas de madera enrejadas en el interior), sino que se usaban principalmente para proteger artículos valiosos, como cofres de tesoros, cajas fuertes y otros artículos portátiles fáciles de robar. Estas cerraduras eran típicamente de hierro, grandes y pesadas, con mecanismos complejos diseñados para evitar el acceso no autorizado.

La cerradura protegida fue muy popular en este periodo. Este tipo de cerradura tenía una serie de protecciones u obstrucciones dentro de la cerradura que impedían que la llave girara a menos que fuera la llave correcta con las ranuras correspondientes a las obstrucciones de la cerradura: muy similar a la tecnología de tambor anterior. Las cerraduras protegidas eran relativamente fáciles de abrir, por lo que a menudo se combinaban con otras medidas de seguridad, como cadenas y guardias.

Los cerrajeros de la Edad Media eran artesanos altamente cualificados que creaban cerraduras y llaves a mano, y a menudo trabajaban para familias ricas o instituciones como monasterios o castillos. Mantuvieron registros detallados de su trabajo y de las técnicas utilizadas, que a menudo se transmitieron de generación en generación, ¡y se desarrollaron en gran medida en los años siguientes!

La Revolución Industrial

La Revolución Industrial trajo consigo avances significativos en la fabricación y el diseño de cerraduras y llaves. La producción en masa de piezas intercambiables junto con la creciente asequibilidad de los metales y otros recursos permitió la creación de mecanismos de bloqueo más complejos y duraderos que mejoraron las primeras tecnologías. Además, la mayor demanda de cerraduras y llaves en fábricas, oficinas y hogares llevó a los inventores a desarrollar nuevos tipos de cerraduras y llaves para satisfacer las necesidades de una población en crecimiento.

Durante este período se introdujeron dos nuevas cerraduras todavía en producción hoy. La primera, en 1818, la cerradura Chubb: inventada por Jeremiah Chubb y diseñada para detectar o impedir que se forzasen las cerraduras. Era una cerradura de cuatro palancas que, al forzarla o abrirla con la llave equivocada, dejaba de funcionar hasta que se usaba una llave especial para desbloquearla.

Posteriormente, a mediados del siglo XIX, hacia el año 1865, el inventor estadounidense Linus Yale Jr. desarrollo significativamente la llave. La cerradura de Yale —sí, esa Yale— usaba una serie de pines y resortes que solo una llave específica con ranuras que coincidieran con los pines podría mover, como las que se utilizaban hace milenios, sin embargo, el mecanismo se colocó dentro de la puerta en lugar de al otro lado, reduciendo de esta manera el tamaño de la llave.

La mayoría de las llaves y cerraduras que usamos hoy en día se basan en, y relativamente sin cambios, la tecnología del siglo XIX. Sin embargo, la era de la cerradura y la llave de metal puede estar llegando a su fin.

La electricidad y la Internet de las cosas

A finales del siglo XX, el desarrollo de sistemas de control de acceso electrónico revolucionó el sector. En la década de 1960 se desarrollaron los primeros sistemas electrónicos de control de acceso que consistían en tarjetas perforadas para otorgar acceso a edificios. Estos sistemas pronto fueron reemplazados por tarjetas de banda magnética, más duraderas y fáciles de usar.

Por supuesto, estos sistemas electrónicos de control de acceso utilizaban algo más que una cerradura para asegurar la puerta: lo que nos lleva a la invención de los intercomunicadores y los lectores de control de acceso. Esto se remonta a mediados del siglo XX. Los intercomunicadores se introdujeron por primera vez en la década de 1950 y se utilizaron más ampliamente en la década de 1960. A menudo eran simples sistemas de solo audio que permitían a los residentes o empleados comunicarse con los visitantes fuera de la puerta antes de permitirles el acceso.

A medida que la tecnología continuó mejorando, se desarrollaron los videoporteros, que brindaron la capacidad de ver a la persona fuera de la puerta antes de permitirle la entrada y aumentar la seguridad de manera considerable. En las décadas de 1980 y 1990, se introdujeron nuevos sistemas de intercomunicación digital, que ofrecían una calidad de audio y vídeo más clara y un mayor control sobre el acceso.

Los lectores de acceso, que se utilizan para otorgar o denegar el acceso a un edificio o área específica, tuvieron un desarrollo prácticamente paralelo al de los intercomunicadores. Los primeros lectores de acceso usaban tarjetas de banda magnética, que se pasaban por el lector para permitir el acceso.

En la década de 1990, el desarrollo de la tecnología RFID permitió la creación de sistemas de control de acceso sin contacto. Las tarjetas de acceso RFID y los chips permitieron otorgar acceso a edificios sin la necesidad de contacto físico con la cerradura. Estos sistemas eran más seguros que los lectores de banda magnética y permitían una mayor flexibilidad en la gestión del acceso, como restringir el acceso a ciertas áreas en momentos determinados.

Finalmente, en el siglo XXI (en el año 2008 para ser exactos), 2N inventó el primer videoportero IP: dando lugar a un nivel de sistemas de control de acceso con funciones avanzadas sin precedentes.

Tenga siempre la información reciente. Suscríbase para recibir nuestro newsletter.

El impacto del 11-S y el aumento de la seguridad global

Los horribles eventos del 11 de septiembre tuvieron un profundo impacto en el mundo tal como lo conocemos, y el control de acceso no se quedó fuera. A menudo considerado como el acto más atroz del terrorismo internacional, dejando casi tres mil muertos, unos veinticinco mil heridos e inspirando otros ataques similares en todo el mundo.

Antes del 11-S, la seguridad era algo menos estricta. Eso no quiere decir que el control fronterizo o de acceso fuera más relajado, sino más bien que después del 11-S, el mundo se hizo más consciente del poder potencial del terrorismo y, en un esfuerzo colectivo de lucha antiterrorista, tras este suceso se invirtió mucha energía en el desarrollo de tecnología avanzada.

Como resultado, los sistemas de control de acceso comenzaron a hacer un mayor énfasis en métodos de verificación de acceso más seguros y en la ciberseguridad. La idea es aumentar el control de acceso haciendo que el sistema sea lo más difícil de hackear posible, evitando así posibles ataques (especialmente en áreas sensibles como edificios gubernamentales y hospitales) mediante la estandarización de una tecnología de acceso innovadora como los videoporteros IP mencionados más arriba.

La era moderna: la creciente demanda de funciones avanzadas y soluciones cohesivas para edificios

Aunque el principio de los sistemas de control de acceso no ha cambiado, (es decir, restringir el acceso) la tecnología ha evolucionado a un nivel completamente nuevo. Hoy en día, los sistemas de control de acceso se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, desde asegurar hogares y negocios hasta proteger información valiosa en sistemas digitales. El control de acceso está evolucionando a un ritmo nunca visto, y continúa su evolución con la introducción de nuevas tecnologías como cerraduras inteligentes y sistemas de seguridad integrados.

Los sistemas de control de acceso han evolucionado aún más desde el desarrollo de los sistemas de control de acceso móviles. Estos sistemas permiten a los usuarios acceder a los edificios utilizando sus teléfonos inteligentes u otros dispositivos móviles, a menudo, a través de la tecnología Bluetooth integrada en los videoporteros IP inteligentes y los lectores de acceso. El acceso móvil ofrece más comodidad sin comprometer la seguridad, la fiabilidad o incluso la velocidad a la que se puede abrir la puerta y ha llevado a una revisión total del concepto de cerradura y llave: ¡de hecho, eliminando esta última por completo!

Se podría argumentar que los videoporteros IP y los lectores de acceso incluso están reemplazando las cerraduras tradicionales, y que pronto desaparecerán de nuestras vidas. Estos dos dispositivos pueden trabajar juntos en una solución cohesiva y altamente integrada para proporcionar acceso restringido a proyectos completos, asegurando cada entrada o puerta que lo necesite. Además, las tecnologías de acceso múltiple (por ejemplo, códigos PIN, tarjeta RFID y móvil) a menudo se pueden combinar en un solo dispositivo, lo que proporciona la máxima flexibilidad a la forma en que las personas abren las puertas.

En general, la historia del acceso a los edificios ha sido larga y fascinante, con el desarrollo de sistemas de control de acceso que han ido evolucionando a lo largo de los siglos para satisfacer las necesidades en constante cambio de la sociedad. Desde simples pines de madera hasta avanzados sistemas de control de acceso electrónicos, la industria ha recorrido un largo camino: culminando en el desarrollo del control de acceso móvil. El sector continuará evolucionando y cambiando en los próximos años, y es posible que finalmente, las cerraduras y llaves físicas se conviertan en nada más que un buen recuerdo de una época pasada.